Perder el equilibrio personal, mental y emocionalmente, se puede dar con cierta facilidad teniendo en cuenta el tipo de sociedad en la que vivimos, y esto a menudo lleva a tener repercusiones a nivel físico también. Este equilibrio personal nos puede aportar tranquilidad y bienestar en situaciones normales y también en situaciones excepcionales que es cuando es más importante poder mantener un estado equilibrado. La sobreestimulación que hay en nuestra sociedad, la adicción a la gratificación inmediata, tomar la fantasia por realidad o intentar hacer realidad las fantasías, son algunas de las cosas que llevan a la crisis que desemboca en un estado de desequilibrio.
El equilibrio nos hace sentir bien, nos ayuda a no desgastarnos inútilmente, a poder ver más claro los objetivos que queremos alcanzar, promueve la calma dentro de un grupo incluso delante la crisis. Un jefe de empresa que mental y emocionalmente pierde su equilibrio cuando las cosas se ponen difíciles o delante del conflicto, es un problema para la empresa. Un profesor que pierde su equilibrio cuando los alumnos no cooperan, enseña malas prácticas a los alumnos. Unos padres que pierden el equilibrio cuando el hijo tiene problemas de drogas, son de poca ayuda.
Temas importantes a trabajar:
- Dependencia emocional
- Responsabilidad
- Bagaje personal
- Miedos
- Paciencia
- Pathologos
- Falsos ideales
- Creatividad
- Estrategia
- Alegría
- Ligereza
- Disciplina